Recientemente tuve un familiar muy cercano enfermo de COVID-19 y uno de los principales síntomas y secuelas que tuvo fue la dificultad para respirar. Buscando alternativas para su rehabilitación se me vino a la mente la natación. Como maestra y practicante de natación sé de los beneficios que tiene en el sistema respiratorio. Decidí investigar al respecto y quiero compartirles lo que encontré.
Primeramente necesitamos retomar, aunque seguramente ya lo hemos leído y escuchado en repetidas ocasiones, qué es la enfermedad del COVID-19 y cuáles son sus síntomas. De acuerdo a la Organicación Mundial de la Salud (OMS) El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus la cual tuvo brote en Wuhuan (China) en diciembre de 2019. Esta enfermedad fue declarada pandemia en marzo del 2020 y hasta el día 13 de febrero de 2021 van registrados en la OMS más de 107 millones de casos cofirmados en todo el mundo. En México estamos a unas tres decenas de miles de llegar a los 2 millones de casos confirmados.
Los síntomas más comunes del COVID-19 son la fiebre, tos seca y el cansancio. También se puede presentar dolores y molestias, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto o el olfato y erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Alrededor del 20% de las personas confirmadas presentan un cuadro grave de la enfermedad con dificultad para respirar, dolor u opresión en el pecho.
Debido a los estragos en las vías respiratorias que puede causar el coronavirus es de suma importancia realizar rehabilitación pulmonar en las personas recuperadas de la enfermedad COVID-19. En la revista “Chronic Diseases and Translational Medicine” Lu-Lu Yang & Ting Yang publicaron una investigación de la rehabilitación pulmonar en pacientes con COVID-19 con complicaciones pulmonares y establecen un modelo inteligente de rehabilitación respiratoria. Es importante señalar que antes de realizar cualquier tipo de ejercicio o rehabilitación es necesario consultar un médico y seguir sus recomendaciones.
El modelo inteligente de rehabilitación respiratoria propuesto por Lu-Lu Yang & Ting Yang incluyen ejercicios aeróbicos, entrenamiento de fuerza, del equilibrio y respiratorio. Dentro de los ejercicios aeróbicos recomiendan ejercicios como caminar, caminar rápido, trotar o nadar. Recomiendan de 3 a 5 sesiones por semana, con duración de 20-30 min cada sesión. La intensidad y duración de cada sesión se va aumentando poco a poco.
Por otro lado, hablando particularmente de la natación, es bien sabido que es benéfica para personas con otras enfermedades pulmonares, como lo es el asma y problemas respiratorios crónicos. Siendo maestra de natación he visto cómo niños con este padecimiento mejoran su calidad de vida y las mamás están felices. Investigando un poco, me encontré con una investigación que explica que la natación ayuda a expulsar el moco de los pulmones debido al ambiente húmedo y caluroso y a la posición horizontal que se mantiene durante el ejercicio de natación. Así mismo señalan que realizar ejercicio en el medio acuático tiene como resultado el incremento de la capacidad pulmonar, mejora el estado cardiopulmonar, los parámetros de función pulmonar y calidad de vida de personas con problemas respiratorios crónicos (Rendón Morales, Aguirre Obando, Noroña Casa, Betancourt Mejía, & Vaca García, 2017).
Los doctores Fernández García & Marrero Rivas (2000) aseguran que los deportes acuáticos y la natación ayudan a fortalecer la musculatura respiratoria y aumenta la capacidad vital. Sus pacientes asmáticos realizaron tres veces por semana natación, además de fisioterapia respiratoria y entrenamiento físico. Debido a esto pudieron reducir el uso de fármacos y tuvieron una mejora notable en el cuadro clínico.
Así como estas investigaciones, hay muchísimas más acerca de los beneficios de la natación y deportes acuáticos (como el acuerobics) en personas con enfermedades crónicas de los pulmones. Como la investigación de Rae & White (2009) donde las mejorías en los pacientes se ven reflejadas en la distancia que pueden caminar y en el progreso positivo de la disnea, que es la dificultad respiratoria o falta de aire.
Después de leer diversas investigaciones tanto de pacientes con COVID como de otras enfermedades respiratorias, puedo concluir que la natación es una excelente alternativa complementaria para la rehabilitación pulmonar (siempre consultando al médico que lo apruebe). Además al practicarla tendrás otros beneficios de relajación y diversión. Espero te sirva esta breve información que te comparto para que tú o algún ser querido tengan una excelente recuperación.
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¡Nos vemos en el agua!
Ana Katharina
Maestra de natación y promotora de la salud, educación, alegría y amor.
Referencias
Fernández García, J. R., & Marrero Rivas, A. (2000). Rehabilitación de niños con asma bronquial severa en un área de natación. Medicentro Electrónica, 4(1). Recuperado de: http://www.medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/3009
Rae, S., & White, P. (2009). Swimming pool-based exercise as pulmonary rehabilitatior for COPD patients in primary care: Feasibility and acceptability. Primary Care Respiratory Journal, 18(2), 90–94. Recuperado de https://www.nature.com/articles/pcrj200852#citeas
Rendón Morales, P. A., Aguirre Obando, E. A., Noroña Casa, L. E., Betancourt Mejía, E. R., & Vaca García, M. R. (2017). Beneficios de la natación en el asma. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 36(2). Recuperado de http://www.revibiomedica.sld.cu/index.php/ibi/article/view/11
WHO Coronavirus Disease (COVID-19) Dashboard. World Health Organization. https://covid19.who.int/
Yang, L.-L., & Yang, T. (2020). Pulmonary rehabilitation for patients with coronavirus disease 2019 (COVID-19). 6(2), 79–86. https://doi.org/0.1016/j.cdtm.2020.05.002
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